Falsos diagnósticos de TDAH y TDA
¡CUIDADO CON LOS DIAGNÓTICOS DE TDAH HECHOS A LA LIGERA!
Gracias a Virginia Rodrigo del Solar
Desde nuestro centro, somos testigos de cómo se están
haciendo diagnósticos de TDAH en los niños de manera completamente
desmesurada y con muy poco o ningún rigor diagnóstico.
Nos preguntábamos cómo era posible que en una clase de 22 a 25 niños
de ocho- nueve años pudiera haber 6-7 niños (a veces hasta más de un
30%) diagnosticados de TDAH y MEDICADOS con Concerta; y poco a poco
hemos ido encontrando la respuesta: PORQUE ESTÁN MAL DIAGNOSTICADOS
El proceso que se sigue en estos casos, es el siguiente:
- Profesores o padres preocupados porque el niño es inquieto y sus aprendizajes a veces no adecuados.
- Los padres agobiados van con el niño al profesional (a veces hasta con prestigio).
- Este les pasa un cuestionario a los padres y le hace al niño una cuantas preguntas (aproximadamente media hora de consulta).
- Los padres se van con la receta del Concerta mucho más tranquilos
porque además, el profesional les ha dicho que si no medican a su hijo,
podrá ser en el futuro un delincuente.
- Al principio el niño suele estar más tranquilo, pero con el tiempo sigue igual, aunque con cara de dormido o poco espabilado.
- Los aprendizajes siguen igual, no hay avances.
Partamos de la siguiente premisa: el TDAH existe y hay niños a los
que les conviene estar medicados para poder mejorar, adquirir mejor los
aprendizajes adecuados a su edad y vivir más tranquilos ellos y quienes
les rodean. Pero precisamente porque existe, hay que hacer buenos
diagnósticos, evaluar a fondo, descartar otro tipo de problemas que
pueden ser el motivo real de esa desatención o actividad excesiva, y
estar muy seguro de cuál es el problema real. Si no se hace un buen
diagnóstico, NUNCA se va a poder ayudar bien ni al niño, ni a sus
padres, ni a sus profesores. La medicación no sólo no ayuda cuando se
administra sin necesidad, sino que además, es peligrosa. ¿Quién de
nosotros tomaría antipsicóticos sin padecer de esquizofrenia,
antidepresivos sin tener depresión, o litio sin estar bien diagnosticado
de bipolaridad? Esto se entiende perfectamente, ¿qué pasa entonces con
todos estos niños que están siendo medicados con Concerta sin estar bien
diagnosticados? Esto es muy grave y tiene repercusiones enormes; se
trata de niños que empiezan a ser medicados con cinco años sin
necesidad, para finalmente no encontrar solución a su problema.
Hay niños que tienes dificultades porque tienen ciertos problemas de
atención o porque son más movidos, o por otros problemas que conviene
conocer y tratar, y muy lejos de ser niños con TDAH y tener necesidad de
ser medicados, son niños que haciendo una buena evaluación consiguen
los resultados deseados mejorando en lo que necesitan exactamente.
El diagnóstico tal y como se está haciendo hoy en día en ciertos
sitios, es una atrocidad, un gran handicap social que está generando
enfermedad y problemas cada vez más importantes en los niños y familias.
El futuro de estos niños está en juego y hay que tratar de ayudarles y
dar soluciones de forma adecuada y no medicando indiscriminadamente.
Entendemos el “alivio” que experimentan los padres cuando los
profesionales ponen un nombre al comportamiento de su hijo, cuando por
fin alguien les da una explicación para “eso” que ellos observaban o
para “aquello” de lo que se quejaban los profesores; pero desde el buen
hacer profesional queremos pedir a los padres, que sean exigentes con el
diagnóstico de su hijo, que estén seguros de que al niño se le hace un
buen estudio que incluya:
- Entrevista con los padres
- Cuestionarios a padres (opcional a profesores)
- Pruebas objetivas al niño y baremadas en: capacidad intelectual, distintas áreas atencionales y ansiedad.
- En función del motivo de consulta, administrar más pruebas que
puedan detectar dificultades relacionadas: escalas de comportamiento,
estilos educativos de los padres, pruebas de detección de la dislexia,
etc.
- Finalmente una buena devolución en la que se informe correctamente a
los padres de los posibles tratamientos, de soluciones para el problema
que presenta su hijo y de las diferentes opciones existentes. No sólo
de tratamiento farmacológico, sino de un tratamiento completo combinado
que abarque espectro educativo y comportamental.
Para padecer TDAH hace falta algo más que ir mal en los estudios o ser un niño inquieto o con falta de atención.
Virginia Rodrigo del Solar